El consumo de carnes y elaborados es el más importante de la cesta de la compra de los españoles y así lo demuestra el hecho que de los más de 67.000 millones de euros que alcanzó el gasto de alimentación en el hogar en 2012, el 27% correspondía a la industria cárnica. Muy por encima así de otros sectores principales como la pesca, los lácteos y las frutas y hortalizas, productos básicos y habituales en los frigoríficos de cada casa.
Sin embargo, en algunos hogares el consumo de carne disminuye debido a su economía familiar, para ello la planificación del presupuesto es clave para poder adquirir los productos cárnicos a un buen precio y sacarles un mayor provecho.
De esta forma, y si lo que se desea es ahorrar en la compra sin tener que renunciar a los productos cárnicos, lo ideal es comprar una pieza entera de carne y cortarla en casa; podemos congelar la carne una vez cortada la pieza, o igualmente si hemos optado por bandejas de carne en tamaños familiares. De esta forma se ahorrará y permitirá además utilizar ciertas partes sobrantes para hacer caldos y guisos. Esta alternativa nos permitirá ahorrar en la cesta de la compra sin renunciar a la calidad y a una alimentación saludable.
Son algunos hábitos de compra con los que se logrará disfrutar de una buena alimentación sin prescindir de las proteínas.