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¿Te resulta familiar la sensación de haber comido sin haberte dado ni cuenta? ¿Recuerdas todas esas veces que has abierto la nevera y has comido cosas por comer? ¿Has picoteado alguna vez por estrés, aburrimiento o tristeza, y te gustaría mejorar tus hábitos alimentarios?

Para mejorar nuestra alimentación no hay que hacer dieta o comer menos. Hay que cambiar hábitos.Hay que comer mejor y con atención plena y todo esto es lo que nos enseñó Cristina Lafuente, nutricionista y experta en Alimentación Consciente en una práctica guiada de Mindful Eating en la que además  contamos con la participación de dos grandes de nuestra gastronomía, Martín Berasategui e Ivan Cerdeño, y que queremos compartir contigo.

¿Qué significa comer con atención plena?

Mindful Eating es el arte del Mindfulness llevado a la alimentación, “comer con atención plena”, de comer con cabeza. Nos ayuda a tener una relación sana con la comida y dejar de comer de forma emocional e impulsiva, a comer cuando tenemos hambre y dejar de hacerlo cuando estamos saciados, y también, a disfrutar comiendo una mayor variedad de alimentos percibiendo sus matices.

Lo hemos oído mil veces. Debemos llevar una dieta sana y equilibrada.

Solemos asociar la palabra dieta a un proceso difícil, a imposición, a restricción, a no poder cenar con los amigos, a pasar hambre, etc. de modo que se suele hacer pensando que un día terminará y podremos volver a nuestra vida social y a tomar aquellos alimentos que hemos echado de menos.

En cambio, si te propones cambiar tus hábitos, la presión disminuye, se trata de un proceso en el que se mejora la alimentación en función de nuestras rutinas y preferencias, se van incorporando mejoras poco a poco, disfrutando de nuevas recetas, organizando nuestros horarios para no pasar hambre, aprendiendo a comer bien fuera de casa, a comprender que una celebración no estropea toda nuestra alimentación, y que estos nuevos hábitos son buenos para toda la familia.

Tampoco se trata de comer menos, ni de pasar hambre, sino de comer mejor.

Una buena herramienta para comer mejor es aplicar el método del plato en nuestras comidas principales:

  • La mitad del plato deben ser verduras (ensalada, crema, salteadas, al horno…) que nos aportarán fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes. Su función es la de regular el tránsito intestinal pero también la de prevenir enfermedades.
  • Un cuarto del plato lo llenamos de Hidratos de Carbono (pan, pasta, arroz, preferiblemente integrales, patata, legumbres…) que nos aportan energía tanto para los músculos como para el cerebro.
  • Y un cuarto del plato para la proteína (carne, pescado o huevos) que la necesitamos por su función constructora y reparadora, pero también metabólica, y en este sentido los productos Esencia de Tello nos pueden ayudar.

Por ejemplo, el JAMÓN COCIDO DUROC ESENCIA DE TELLO tiene un 94% de carne.

De hecho, toda la gama ESECIA de Tello (Jamón Cocido Duroc, Pechuga de Pavo, Pechuga de Pollo y Jamón Asado Westfalia) tienen en común la excelencia en las materias primas, el alto valor nutricional y, también el respeto por el medio ambiente. Además, todos los productos son: Sin colorantes, Sin Féculas, Sin Gluten, Sin Lactosa.

Y ¿por qué son importantes estas características en nuestra alimentación?

Por la cantidad proteica. Su elevado porcentaje de carne hace que su aporte proteico sea importante y su contenido en grasa bastante reducido cosa que la hace adecuada para toda la familia, tanto si estamos controlando nuestro peso como si estamos en época de crecimiento.

Para distinguir un producto de calidad, encontraréis este porcentaje de carne en el etiquetado de los productos, en la gama ESENCIA..

Práctica el mindful eating, te damos pistas

Desde Grupo Tello te damos los pasos para  practicar una cata gastronómica experiencial  explorando la sensación de centrarse solo en el acto de comer y para ello vamos a utilizar nuestro Jamón Cocido Duroc Esencia como ejemplo.

Empieza por taparte los ojos y sigue estos pasos:

  1. Primer paso: toma una loncha y SOSTENLA en la palma de tu mano o entre tu dedo y pulgar.
  2. TOCA. Explora su textura. ¿Cuál es tu textura? ¿Es tierno, jugoso…?
  3. Ahora pasamos al OLFATO: Sostén la loncha debajo de la nariz. Con cada inhalación, percibe cualquier olor, aroma o fragancia que pueda surgir.
  • Mientras haces esto, observa cualquier cosa interesante que pueda estar sucediendo en tu boca o estómago.
  • Observa también tus pensamientos y tus emociones. Tal vez surjan pensamientos anticipatorios, “Va a ser muy bueno, con un trozo no será suficiente”. “Espero que haya más.” Deja que los pensamientos surjan y se desvanezcan.
  1. SABOREA: Coloca suavemente la loncha en tu lengua; sin masticar. Nota cómo responde tu lengua y las glándulas salivares. ¿Cómo es el sabor? ¿es dulce, salado, picante o ácido?  ¿cómo van cambiando los sabores?
  2. Ahora sí, cuando estés listo, prepárate para MORDER y masticar la loncha. No lo tomes de un solo bocado. .. Aunque sabemos que es difícil por lo buenos que están…
  • Nota la explosión de sabor, cualquier sensación que surja.
  • Sin tragar aún, nota la textura y los sonidos al masticar y cómo pueden cambiar con el tiempo, momento a momento.
  1. Cuando te sientas listo INGIERE. Toma un tiempo para observar las sensaciones de cómo pasa el bocado de tu boca al estómago
  2. Finalmente, observa si puedes sentir lo que queda de la loncha que baja hacia tu estómago, y siente cómo se siente tu cuerpo en general después de haber completado este ejercicio.
  3. Ahora quita la venda de tus ojos OBSERVA: su forma, el color o sus matices.

Ya sabes, COME LENTAMENTE. Aproxímate a la comida con curiosidad, con mente de un catador profesional, es decir, sin ideas preconcebidas, explora CON LOS 5 SENTIDOS: VISTA, OLFATO, TACTO, OÍDO, SABOR y disfruta del Mindful Eating.

Si lo practicas y te ha gustado, deja tus comentarios en nuestro blog

Los expertos aseguran que los excesos durante las fiestas de Navidad provocan un aumento de peso en la mayor parte de las personas, algo que también puede ocasionar otras consecuencias como por ejemplo, indigestiones o distensión abdominal, entre otras. Así que no es raro que uno de nuestros propósitos de año nuevo más comunes sea empezar a cuidarnos. Pero también advierten del peligro de sucumbir ante las dietas express.

¿Quieres recuperarte de los excesos navideños? Aprende a comer y déjate de los milagros. En este post te damos algunos consejos para conseguir un peso óptimo de forma saludable tras los excesos navideños:

  1. Verduras y hortalizas deben estar presentes en tus comidas: deben ser la base de nuestra alimentación, ahora y siempre. Nos aportan agua, fibra, hidratos de carbono, vitaminas, minerales y antioxidantes. Además, ahora con este frío, puedes optar por cremas, ensaladas templadas o parrilladas de verdura asada. 
  2. No dejes de lado la proteína: es esencial para nuestro organismo por lo que es importante no descuidar su consumo. Además, son muy saciantes. Eso sí, no todo vale y es importante elegir fuentes de proteína de calidad. Como puede ser nuestra Pechuga Entera de Pavo Asada
  3. Aumenta el consumo de fibra: es fundamental para nuestra salud digestiva, ya que mejora el tránsito intestinal. Además, contribuye a reducir los niveles de colesterol y a controlar los niveles de azúcar en sangre.
  4. Mantén tu cuerpo hidratado: un 60-70% de nuestro cuerpo es agua, por lo que mantener un correcto estado de hidratación es esencial. No esperes a tener sed para beber, y trata de tomar de manera regular a lo largo del día entre 1,5 y 2 litros de agua.

Se trata de realizar pequeños cambios a nivel nutricional que te ayudarán a sentirte mejor y mejorar tu salud. Educar nuestra conducta alimentaria y modificar hábitos de forma efectiva para obtener beneficios desde un principio y para siempre. Recuerda que no se trata de castigarte ni culparte, sino de empezar a cuidarte.

Cuando a mediados del mes de marzo estalló la pandemia de covid-19, millones de trabajadores nos vimos obligados a trasladar la oficina a nuestras casas.  Fue uno de los cambios que trajo la pandemia de covid-19 y que aún permanecen para muchas empresas y trabajadores. 

Trabajar desde casa tiene efectos colaterales positivos, ya que minimiza el riesgo de contagio, permite ahorrar en desplazamientos o establecer un horario más flexible, posibilitando una mayor conciliación vida laboral y familiar. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, y pronto pudimos comprobar que todas estas ventajas van acompañadas de una larga lista de inconvenientes, entre los que destaca un mayor descuido en nuestra alimentación.

Del escritorio a la nevera y de la nevera al escritorio. No nos engañemos, cuando teletrabajamos, no siempre nos alimentamos bien. Es un hecho que trabajar cerca de la nevera nos predispone a picotear más. Del mismo modo, no estar en la oficina presencialmente implica una presión añadida: la de demostrar que rendimos, por lo que dejar la comida para más tarde es de las tentaciones habituales. En otras palabras, deterioramos nuestros hábitos alimenticios.

Si a ambos le sumamos la falta de actividad física asociada al teletrabajo, el problema está servido: aumenta el riesgo de desarrollar obesidad y sus consecuencias (hipertensión arterial, diabetes mellitus, aumento de colesterol y/o de triglicéridos en la sangre, subida del ácido úrico, artrosis y apnea obstructiva del sueño, entre otros).

7 tips para que el teletrabajo no dificulte una buena alimentación:

  • Un buen desayuno es el primer paso. 
  • Controla el consumo de snacks
  • Prepara tu menú semanal
  • Platos caseros
  • Desconecta. No comas frente al ordenador.
  • Planifica los horarios de tus comidas 
  • Mantén una hidratación adecuada

Come bien, vive mejor

Como seguro que ya sabes, en Tello nos importa muchísimo el cuidado del medioambiente. Por eso hace unas semanas te contamos que estamos mejorando nuestros envases para que cada vez contengan menos plástico y por eso, cada tres meses te contamos cuáles son los alimentos de temporada que deberíamos tener en nuestra despensa si queremos consumir productos de proximidad y evitar largos desplazamientos en el transporte de mercancías (y sus correspondientes emisiones de CO2).

Y si hace algún tiempo te dimos ideas para consumir los alimentos de la temporada veraniega, hoy queremos compartir contigo algunas otras que te ayudarán con los productos que nos da el otoño: desde las granadas hasta las castañas pasando por las setas o los cítricos. ¿Quieres que le echemos un vistazo? 

FRUTAS

Si hay una fruta esperada en otoño es la granada. No sólo comparte nombre con una ciudad preciosa, sino que además puede darte un montón de posibilidades culinarias ya que combina genial tanto en platos dulces (utilizando su zumo para cocer membrillos) como en platos salados (acompañando a pescados crudos como la trucha o el salmón).

Los cítricos también son frutas maravillosas por su polivalencia. Y aunque las vemos todo el año en el mercado, no es lo mismo comerlas en mayo traídas desde el otro lado del mundo que consumirlas en temporada. Para tomarlas tanto puedes pelarlas tal cual como introducirlas sutilmente en tus platos: en un pastel de almendra y chocolate, en una crema de verduras o hasta en una sopa de queso. ¡Hay millones de posibilidades!

Las manzanas también están de temporada en esta época del año. Puede que no haya muchos que la tengan entre sus frutas preferidas, pero pueden protagonizar grandes recetas. Como la mítica american pie o acompañando a un poco de carne de cerdo en una quiche, por ejemplo. Mmmm… ¿No se te hace la boca agua?

¿Y qué nos dices de los caquis? En los últimos años han aparecido un montón de variedades de esta fruta que está riquísima si la utilizas en vasitos con yogur griego y canela o hasta en un daikiri. ¡La imaginación al poder!

FRUTOS Y SETAS

El olor a castañas también es muy del otoño, sobre todo cuando llega la festividad de Todos los Santos. Además de asadas puedes tomarlas en panna cotta, en una tarta de pera y vainilla o hasta en una sopa dulce. Todo lo que se te ocurra es poco para lo que puedes hacer con ellas :)

Los boniatos están buenísimos en cualquier crema de verduras (las espesan y les dan sabor), también puedes hacer unos chips riquísimos y hasta usarlos en tortillas. Todo un descubrimiento si no los has probado mucho.

Las setas silvestres (o buena parte de ellas) crecen en esta época. Como seguro que ya imaginas, estos hongos tienen cientos de posibilidades. Pero si quieres que te digamos la verdad, cuando empieza a refrescar, a nosotros nos encanta con pasta y nueces o con castañas en una crema.

¡Y TODAVÍA HAY MÁS!

El queso azul no es que tenga temporada pero combina estupendamente con un montón de los alimentos que te hemos propuesto aquí arriba. Así que si vas a ponerte manos a los fogones, seguro que te encanta tenerlo en cuenta.

¡Buen provecho!

Como seguro que ya sabes, en Tello estamos muy comprometidos con el cuidado de la naturaleza y del medio ambiente. La protección de nuestro entorno es uno de nuestros principales valores como compañía. Sabemos que no hay un planeta B y nuestros hijos necesitan que nos pongamos en marcha hoy mismo para dejarles un lugar en el que poder seguir viviendo.

Por eso, aprovechando que es verano y que el buen tiempo nos invita a hacer más escapadas y más actividades al aire libre, queremos proponerte algunas ideas para vivir la naturaleza con menos residuos y con una conciencia mucho más ECO. ¿Empezamos?

Evita los envases de un solo uso

Utiliza platos, vasos, cubiertos y pajitas reutilizables para comer y beber. Los envases de un solo uso tienen un papel importantísimo en el exceso de plástico abandonado en el planeta. Todos hemos visto imágenes de océanos que no queremos que se repitan. Y el secreto, como casi siempre, está en pequeñas acciones del día a día como esta.

Usa tuppers, termos y cantimploras

En nuestro afán de no generar más residuos de los estrictamente necesarios, también podemos utilizar tuppers, termos y cantimploras para transportar nuestros alimentos. De este modo seremos capaces de mantener la comida en su punto, el agua fría o el café caliente desde casa y listos para consumir. Más fácil, imposible.

Consume alimentos que cuiden su envasado

Estar atentos en el súper y elegir aquellos alimentos que contienen un envasado más responsable es otra manera de cuidar del planeta. En Grupo Tello, por ejemplo, acabamos de lanzar nuestros nuevos envases con un 25% menos de plástico, reforzando así nuestro compromiso con el cuidado del medioambiente.

Separa tu basura también fuera de casa

En los tiempos que corren, la mayoría de lugares de recreo cuentan con contenedores de reciclaje. La playa, los merenderos, las zonas de montaña acotadas para visitantes… casi siempre tienen rincones para dejar el vidrio, los envases de plástico, el papel y los restos. Y si no, siempre puedes llevar tus propias bolsas para separar la basura y depositarla en los contenedores que tienes cerca de casa. El objetivo: que nadie note que hemos pasado por allí.

Las colillas, siempre en un cenicero

Y por último, recuerda que si eres fumador, nunca debes dejar las colillas en mitad de la naturaleza. Llevar un cenicero contigo es una forma genial de cuidar de tu entorno sin prescindir de tus gustos :)

Esperamos haberte dado algunas ideas sobre cómo disfrutar del medioambiente sin dejar residuos en él. Seguro que así tendremos un planeta limpio y verde durante mucho más tiempo.

 

Si no eres muy fan de la cocina o si cada vez tienes menos tiempo para dedicárselo a las labores culinarias, el batch cooking o el ‘cocinado por bloques’ va a ayudarte mucho, como a los miles de personas que se han unido a esta tendencia en los últimos meses. 

El batch cooking es un método organizativo que consiste en planificar tu tiempo entre fogones de manera que solo tengas que cocinar unas horas para obtener la comida de toda una semana. El secreto está en optimizar al máximo los recursos, los tiempos, los modos de cocción de los alimentos y, por supuesto, la conservación de los mismos.

Y si se trata de optimizar, cualquier técnica es buena. Desde utilizar solo unos cuantos ingredientes diferentes para preparar la comida de varios días hasta cocinar un poco más y guardar el sobrante para otro día o aprovechar el horneado de un plato para mantener calentar otro a la misma vez. 

Además, planificar tus comidas tiene importantes beneficios nutricionales. Cuando no improvisas, tienes la capacidad de elegir qué alimentos vas a tomar, cuáles vas a evitar y cuáles son los más interesantes dependiendo de si tienes previsto salir a hacer deporte o de si vas a tener una larga jornada de trabajo y te merecerás un pequeño capricho culinario.

Por último, también evitaremos que se desperdicie la comida que tenemos en el frigorífico.  Si hacemos la lista de la compra según el menú semanal que hemos pensado, será más fácil que lo gastemos todos antes de que se ponga malo.

Si te está convenciendo esto del batch cooking, aquí van algunos consejos que no deberíamos olvidar antes de ponernos manos a la obra:

  • Lo primero es elegir bien el día en el que vas a ponerte a cocinar. Lo mejor es que se adapte a tus horarios, a tu carga de trabajo y a tu estado de ánimo. Se trata de hacerte la vida más fácil así que si los lunes sueles acabar muy cansad@, lo mejor es que programes tu sesión de batchcooking para otro día. 
  • Para optimizar esfuerzos, elige alimentos base que puedan servir para varios platos. Las legumbres o los cereales pueden ser buenas opciones. Además, tienes que decidir cuál va a ser tu fuente principal de proteínas. Como sabes, en Tello tenemos un algunas opciones que pueden ayudarte mucho.
  • El día que te centres en cocinar, prepara varias raciones de los alimentos base que hayas elegido (legumbres, arroces, etc.) así podrán servirte para varias elaboraciones y ganarás en flexibilidad para hacer tus combinaciones. Además, piensa que una vez que tengas tus platos listos para comer aguantarán varios días en la nevera e incluso, algunas, se podrán congelar.
  • Por último, debemos pensar en cómo vamos a conservar los alimentos. Una buena opción es utilizar botes herméticos de cristal para refrigerarlos, sobre todo si son platos cocinados o salsas. Además, también puedes añadirles un chorrito de limón para que actúe como conservante natural y ayude a mantener los alimentos frescos durante toda la semana.

Además de lo que acabamos de contarte, en internet hay montones de ideas que aprovechan el batch cooking para seguir una dieta sana y equilibrada. Seguro que con una búsqueda sencilla encuentras decenas de experiencias inspiradoras que puedes poner en práctica en tu día a día. ¡Que aproveche!

Aunque muchas personas no lo tienen demasiado claro todavía, la carne de cerdo es una carne blanca muy saludable. Algunos de sus cortes son equiparables a la carne de pollo o a la de pavo. Así que no hay excusas. Ya puedes empezar a introducir otros tipos de carnes en tu dieta habitual. Recuerda que los expertos recomiendan un consumo de carnes magras, como la del cerdo, de 3 a 4 veces por semana.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea han incluido a la carne de cerdo en el grupo de las carnes blancas por sus características de composición y color. De hecho, la diferenciación entre carnes rojas y las carnes blancas se basa, efectivamente, en el color. 

El contenido en hierro de las carnes rojas es superior al de las carnes blancas. Por otro lado, la diferencia nutricional fundamental entre carne roja y la carne blanca está en la cantidad y la calidad de la grasa que contienen, que es mucho menor en las carnes blancas. 

La composición nutricional de la carne de cerdo no es la misma en todos sus cortes. Los más magros, por ejemplo, presentan un aporte calórico muy bajo, unas 104 kcal por cada 100 gramos de lomo de cerdo. Además, se trata de proteínas de un alto valor biológico y un moderado aporte graso. Lo que las hace perfectas para aquellos que llevan una dieta sana y equilibrada. 

Y eso, sin contar que además contiene un buen montón de minerales como zinc, fósforo o potasio. Y también un puñado de vitaminas del grupo B como la B1, B3, B6 y B12. Vamos, que comer carne de cerdo son todo ventajas. 

Fuente. Interporc.

 

Volver a la realidad después de las vacaciones nunca es fácil. Eso lo sabemos todos. Si has desconectado demasiado, es posible que te notes más perezoso o perezosa, que volver a tus hábitos alimenticios sea más complicado de lo habitual o que tus rutinas deportivas ya no sean tan llevaderas como lo eran antes. Tranquil@, es normal que todo te cueste más de lo habitual estos días. 

Por suerte, hay algunas ideas que pueden hacerte estas semanas mucho más llevaderas. No te pierdas esta lista porque estamos seguros de que te va a venir genial.

Hidrátate bien para eliminar líquidos y toxinas

Que en Navidad o en verano bebemos más bebidas alcohólicas o azucaradas que en otras fechas del año es algo que ya sabíamos. Por eso es necesario tomar al menos 2 litros de agua al día para eliminar esos líquidos y toxinas que llevamos dentro. Recuerda que el agua no engorda y que nos ayuda a depurar nuestro organismo. Así que este es un consejo muy-muy importante.

Pon el foco en la alimentación

Con la de comidas con familiares y amigos, los fritos, los turrones, el roscón de Reyes, los polvorones y todos esos excesos con los que acostumbramos a mimarnos en vacaciones, es posible que necesitemos un pequeño plan de choque que nos ayude a limpiar nuestro cuerpo y nuestra dieta. Aquí nos ayudarán los alimentos altos en fibra. Las frutas como el pomelo y las verduras de hoja verde pueden ser grandes aliadas. Y si te pica el gusanillo entre horas, recuerda que siempre puedes elegir alimentos ligeros (como los de nuestra gama Sano, sano) en lugar de otros grasientos, por ejemplo.

El gimnasio no lo es todo

Los propósitos de año nuevo disparan las nuevas matrículas en los gimnasios, pero recuerda que no son la panacea para tener unos hábitos de vida saludable. Si no puedes apuntarte para hacer algo de zumba, de spinning o de pilates, siempre puedes buscar el momento en tu semana para salir a correr o hacer pequeños cambios que te ayudarán a sentirte mejor: evitar el ascensor para subir y bajar escaleras a pie, dejar el coche en casa para ir en bici o andando al trabajo… Seguro que se te ocurren mil maneras de moverte un poco más y acomodarte un poco menos.

Seguro que con estos pequeños consejos puedes hacer que la vuelta a la realidad sea mucho más ligera. Y si tienes otros, no dejes de comentarnos en redes sociales :) 

Después de organizar las comidas de Navidad, las fiestas de cumpleaños de la familia, alguna que otra barbacoa y todo ese tipo de eventos en los que llenamos el frigorífico hasta los topes, puede que necesitemos ayuda para aprovechar la comida que se nos queda en el frigorífico. Si no medimos bien el hambre de nuestros comensales, es bastante común que nos quedemos con más comida de la que acostumbramos a manejar en casa. 

Por eso es importante contar con algunos trucos que nos ayuden a aprovechar los alimentos de la mejor manera posible. Y en este post te vamos a dar algunas claves que puedes llevar a cabo de forma fácil y que te ahorrarán disgustos como el de tener que tirar la comida. Algo que nunca nadie debería hacer. 

¿Nos ponemos manos a la obra con estos consejos para aprovechar mejor la comida?

Lo primero es comprar con cabeza

Vale, puede que si ya tienes la nevera llena sea un poco tarde para eso, pero piensa en lo importante que son las listas de la compra para no llevar a casa ingredientes repetidos o para no dejarte llevar por la emoción del momento y comprar solo lo justo y necesario. 

Y lo segundo, planificar con cabeza

Recuerda que también es importante planificar bien el menú para saber qué es exactamente eso que necesitas. Preparar un menú sobre la marcha puede hacer que al final haya ingredientes que no necesites o incluso, que tengas que volver al súper porque hay algo que has olvidado.

Presta atención a la información de conservación

Cuando tenemos mucha comida en la nevera, necesitamos que dure más tiempo en buen estado para que nos dé tiempo a comérnosla. De ahí que sea importante prestar atención a cómo debe ser conservada y tener un buen puñado de tuppers de diversos tamaños disponibles (y de cristal, si es posible) para guardarla.

Ordena tu nevera y rota los alimentos

Una buena manera de evitar que los alimentos acaben desperdiciándose, es rotarlos dentro del frigorífico para colocar delante los que caducan antes. De este modo estarán más a la visa y nos veremos obligados a utilizarlos antes que otros con una mayor fecha de caducidad. 

Congela la comida por separado y rotúlala

Poner la comida cruda por un lado y la cocinada por otro en el congelador nos ayudará a tenerlo ordenado. Y si rotulamos los tuppers o los envoltorios, sabremos en cada momento qué guarda cada uno y cuándo fueron congelados. De esta manera, todo estará controlado y no habrá pérdida. 

¡Por cierto! Acuérdate de congelar siempre tus comidas en recipientes de un tamaño adecuado y con raciones no demasiado grandes. Así podrás consumirlas de una sola vez. 

Cocina recetas de aprovechamiento

Otra manera de no desperdiciar nada es hacer cocina de aprovechamiento o utilizar la imaginación y todo lo que tenemos en casa para hacer recetas ricas que a su vez acaben con lo que tenemos en la nevera. Para esto quizá te ayuden las ideas que comparte con nosotros nuestro asesor Erlantz Gorostiza. ¡Que aproveche!  

 

La vuelta a la vida real, esa que tienes entre septiembre y junio, suele ser dura. Sobre todo si has tenido unas vacaciones de desconexión total y no tenías demasiadas ganas de volver a la rutina. Pero no te preocupes, porque hay muchos trucos que conseguirán que empezar de nuevo sea mucho más llevadero. Y nosotros vamos a contarte unos cuantos. ¿Quieres conocerlos?

SÉ FLEXIBLE

No te exijas demasiado. Bastante tienes con no estar tumbad@ en la playa o en la piscina como para, encima, empezar a estresarte tan pronto. Regálate algo de espacio en tus quehaceres diarios para reconectar con tú yo habitual, ve poniéndote en marcha poco a poco y date algún capricho de vez en cuando. Ya tendrás tiempo de ir a todo tren un poco más adelante.

CUIDA TU ALIMENTACIÓN

El verano suele ser época de excesos y, aunque a veces puedas echarlos de menos, lo mejor es que vuelvas a una dieta sana y equilibrada que te dé energía para afrontar los largos días que tienes entre manos. Una idea sencilla: olvida la tentación de los snacks de la máquina y prepárate un sándwich con lo mejor de Tello. Será mucho más sano y nutritivo :)

RETOMA TU VIDA SOCIAL

Ahora que has llegado, seguro que hay un montón de gente a la que hace tiempo que no ves y a los que quieres contarle tus peripecias veraniegas. Aprovecha que los días todavía no son tan cortos y queda con ellos. Un rato de dispersión entre jornadas de trabajo y oficina le vienen bien a cualquiera.

EMPIEZA A MOVERTE DE NUEVO

Si hay algo que casi siempre olvidamos en verano es hacer deporte. Estamos demasiado entretenidos como para pensar en ello. Pero lo cierto es que una vez instalados en la rutina, salir a correr, ir al gimnasio o dar un paseo pueden ser ideas geniales para desengrasar las tardes y hacer más llevadero septiembre.

BUSCA UNA ESCAPADA DE FIN DE SEMANA

Y si aún así, se te hace un poco cuesta arriba, siempre puedes buscar un nuevo lugar al que escaparte un fin de semana. Pasar tiempo con amigos o en pareja en un escenario diferente al habitual siempre es enriquecedor. Y seguro, seguro que te ayuda a superar el comienzo del curso. ¡Mucho ánimo!