EL BUEN MARIDAJE DE VINO Y QUESOS
En el post anterior os presentábamos el maridaje perfecto para el jamón serrano, el chorizo y el lomo, parte de los embutidos estrellas dentro de las tablas de picoteo. En esta ocasión queremos daros las claves para conseguir la mejor armonía entre el vino y el queso.
Dentro de la gastronomía, cada ingrediente cuenta y tiene su papel dentro las recetas. Pero existen alimentos qué combinados con otros productos, como el vino, provocan en nuestro paladar una experiencia y armonía única de sabores.
Existen muchos vinos y variadísimos quesos y no todos combinan entre sí. Por la amplia gama de quesos que existen en el mercado, dedicaremos este post al maridaje del vino y el queso, que como te sonará, sabe a beso.
Uno de los alimentos que guarda una estrecha e interesante relación con el vino es el queso. La selección de quesos que podemos encontrar en el supermercado es muy variada, por eso debemos tener en cuenta la materia prima con la que está elaborado (si es de leche de vaca, cabra, oveja, mezcla, etc), el proceso de elaboración que varía en función de la leche y la maduración, es decir, la edad del queso si es fresco, semicurado, curado o viejo.
Existen ciertas reglas, las cuales son flexibles, que te ayudarán a mantener el equilibrio perfecto entre los sabores y texturas del vino y el queso. Aunque uno de los mejores consejos que os podemos dar es que no tengáis miedo a la hora de probar. Un truco a tener en cuenta es que los quesos y vinos que mejor combinan son los que se elaboran en el mismo lugar o región.
Otro aspecto importante es que: a mayor curación del queso, mayor crianza del vino; esta regla sirve tanto para vinos blancos como tintos. Sin olvidar que los quesos blancos combinan genial con vinos con aguja y vinos espumosos, ya que potencian las sensaciones en el paladar y ayudan a eliminar el exceso de grasa de estos quesos.
Con el fin de ayudaros a llegar al mejor maridaje entre vino y queso os presentamos esta pequeña guía con los quesos más comunes.
- Queso fresco: por su sabor suave es perfecto con vinos tintos jóvenes o blancos suaves.
- Queso semicurado: un vino blanco seco o un crianza es perfecto para resaltar el gusto del queso y el cuerpo del vino.
- Queso curado: por su intenso sabor, este tipo de queso es perfecto para acompañar vino de crianza con cuerpo o blancos fermentados en barrica.
- Quesos blandos (Tetilla o Brie) este tipo de queso combina estupendamente con vinos jóvenes ligeros y afrutados.
- Queso de cabra: por su sabor robusto es un tipo de queso que casa muy bien con vino blanco seco y afrutado.
- Queso cremoso: los quesos de untar tipo Torta del Casar encuentran el maridaje perfecto con un vino tinto joven afrutado y ligero.
- Queso azul: este producto se asocia con tintos robustos, sin demasiados taninos. Pero también con vinos de licor tipo Oporto.
Esperamos que estas recomendaciones te ayuden a conseguir el equilibrio perfecto entre dos productos estrella como el vino y el queso. Atrévete a combinar y descubrir nuevos sabores y texturas. Disfruta de la buena gastronomía y no olvides contarnos tus experiencias y maridajes.
¡Felicidades por el post! Un buen maridaje es la clave para saborear un buen queso o cualquier embutido.
¡Un abrazo!